Los Reyes Católicos uniformizan el circulante de todos los reinos de la Península Ibérica
Reformas de 1475 y 1497
Haciendo click en las fotos con el botón derecho del ratón y abriendo en otra pestaña la imagen se puede ampliar para un mejor visionado
Las monedas creadas por los Reyes Católicos disfrutaron de un merecido prestigio durante muchos años, acuñándose a nombre de los siguientes reyes de España, Carlos I y Felipe II bajo los mismos tipos y leyendas.
Un mundo de contrastes, referido al reinado de los Austrias durante el siglo XVII, siglo de crisis continua por el alza de precios y la irregularidad de la distribución de abastos, entre otras cuestiones.
En la foto superior se muestra un cincuentín, 50 reales, frente a maravedís resellados. Por entrar en contexto, en el último tercio del siglo XVII el coste en Madrid de 1 kg de pan, una vela o un litro de vino era de 1 real, una camisa de lino costaba 10 reales, el alquiler mensual de una vivienda modesta estaba entre 20 y 40 reales, dependiendo de ubicación y condiciones; el sueldo medio de un trabajador común eran 2-4 reales diarios.
Con ocho maravedís comprabas una ración de pan o un vaso de vino. La equivalencia en la época de un (1) real eran 34 maravedís
Pragmática sanción de 1772, dada por Carlos III en Granada, en la que, entre otras cuestiones como la acuñación de nuevos tipos y el control efectivo de la Real Hacienda sobre la acuñación de moneda, centralizando la producción de todas las CECAs existentes bajo supervisión real y prohibiendo a los particulares llevar metal a la Casa de Moneda para acuñarlo, se rebajó la ley en las monedas de oro y plata. Las monedas de oro pasaron de una ley de 916,66 milésimas a 903,01 milésimas y las de plata de 916,66 a 902,77, envileciendo así una vez más (no será la última; la próxima rebaja se hará en secreto) escudos y reales.