Reales de a Ocho (8) Columnarios
1732 – 1772 / Cuarenta (40) años únicos
Moneditis
Tras varios años de preparación, documentación, escritura e ilustración, el libro está listo, registrado y en proceso de publicación. Pretende ser el primero de una serie/colección que aborde todos los reales de a ocho (8), por lo que sed indulgentes con el primogénito, no único, aunque también 🙂
«…He leído varias teorías sobre la aparición/creación del diseño de mundos y mares de nuestros queridos columnarios (implícita descripción) pero ninguna me termina de convencer, por lo que, de manera idealista, aceptaré la mía propia: inspiración divina…»
Fragmentos de la introducción
«…Desquitámonos con que ruegan, con doblones y reales de a ocho por estos moharraches de cobre, pues saca más plata y oro que el premio del vituperio cascajo, y casi lo comprende el que se humilla exaltavitur y puede decir por: vaya, los mexicanos, memento plata, que a cuartos es, por seis reales y siete dan uno de a ocho y un doblón de a ocho por 100 reales, y los tenderos proponen, a los que compran, el concierto de Judas: ¿qué me queréis dar? y yo os los entregaré…» Quevedo

En el Índice encontraréis Historia, Legislación, Metalurgia, Casas de la Moneda, Resellos, XRF, Falsificaciones, Curiosidades…entre otros capítulos y subcapítulos. He intentado contemplar/analizar todas las vertientes asociadas a los cuarenta (40) años únicos, que también puede leerse cuarenta (40) únicos años, en los que se acuñaron los columnarios de a ocho (8), 1732-1772, sólo en seis CECAs allende los mares, comenzando las CECAs de Guatemala y Santiago en su fundación/andadura metalúrgico-industrial acuñando columnarios, macuquinos primero, de 1733 a 1753, en el caso de Guatemala y que no trato por ahora al no estar acuñados a volante con cordoncillo en el canto ni ser redondos.

Constará de algo más de doscientas (200) páginas, dependiendo de la maquetación final, en formato grande pero no excesivo, para una mejor manejabilidad y colocación en el estante de literatura numismática que todos tenemos en casa. Será en color, intentando alcanzar el difícil equilibrio entre texto e imágenes en un libro de estas características: técnico, a la vez que histórico, divulgativo y ameno; hay capítulos con temáticas para todos los gustos, todo relacionado con
«…El Columnario de a Ocho (8) fue la primera moneda del Imperio técnica, artística y estéticamente perfecta, con un gran alcance y distribución en el comercio mundial de la época, primera también en ser auditada por la Real Hacienda y tutelada por el Estado. Es la moneda que no debe faltar en cualquier colección que se precie…»

En esta primera proclama pregonando mi libro, os doy las gracias a todos los que me habéis ayudado, de una u otra forma, a construirlo y quedo a vuestra disposición, también a la de los que estáis leyendo estas líneas, para lo que estiméis oportuno. Hasta la publicación y venta/distribución de ejemplares, iré añadiendo páginas por aquí para que os hagáis una idea aproximada de lo que vais a comprar (esto último no es coerción 😉 ).
¡Hasta la siguiente entrada!