Ayer todo el día en Valladolid de Convención. Unos vinieron y otros no. Unos vendieron y otros no.
Ya no son lo que fueron, ya sea por la crisis, ya sea por la falta de nuevos aficionados / coleccionistas, ya sea por lo que sea.
Durante la comida chascarrillos diversos con un denominador común: expectativas a la baja en el mundo del coleccionismo. Euros y «chatarra», con todos mis respetos, se salvan, hasta cierto punto, de la quema.
Aunque no todo parece perdido en el mundo de los metales preciosos como salvaguarda ante lo que se nos avecina; nubarrones de deuda enmarcados en la borrasca sistémica.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, de lo que estas imágenes dan fé fehacientemente, incidir en la falta de empatía / respeto / aprecio de algunas personas para con sus semejantes / congéneres y su relación con la desaparición progresiva de la costumbre de escuchar a nuestros mayores.
Merece la pena asistir de vez en cuando a estos eventos, además de para saludar a viejos conocidos y hacer nuevos, para no desligarse del vínculo «presencial» que las nuevas tecnologías a veces no contemplan. Un 8 reales en mano poco tiene que ver con su fotografía en cuanto a las sensaciones que provoca…y el de Santiago de ayer en mano era muuyyyyy falso, querido amigo.